Discurso Inaugural

En el año 1995 un grupo de profesionales y empresarios conformamos el grupo promotor para fundar la Universidad de Occidente. El proceso culminó el 4 de febrero del año 2010 con el acuerdo de creación de la UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE por parte del Consejo de la Enseñanza Privada Superior. Quede nuestro agradecimiento a los integrantes de dicho consejo.

 

Los fundadores de la Universidad de Occidente tenemos un credo común (natural y humano) y explícitamente queremos darle a nuestra Universidad la orientación, visión y misión basada en la filosofía de la libertad que exponemos mas adelante. Es nuestro deseo y voluntad explícita, CON VALOR Y FUERZA DE TESTAMENTO, QUE NADIE DE NOSOTROS AHORA NI NUESTROS SUCESORES EN EL FUTURO, PRETENDA CAMBIAR ESTA ORIENTACIÓN NI DESVIARSE EN NADA, NI A LA DERECHA NI A LA IZQUIERDA, en el camino que aquí conscientemente señalamos.

 

Todos nosotros, nuestros sucesores y todos los involucrados en esta Universidad debemos conocer, estar convencidos y entusiasmados siempre con su orientación, visión y misión, tanto el Comité de Fiduciarios como el Consejo Directivo, los Decanos, Directores, Profesores, y personal administrativo.

 

La UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE ofrece una opción de educación superior con los más elevados estándares e incluye formación referente a la filosofía sobre el orden social que conduce al progreso pacífico de las personas.

 

Se trata de una Universidad que enseña y difunde en todas sus Facultades, Escuelas y Carreras la Filosofía de la Libertad en todos los campos de la vida humana. Esta remonta sus orígenes a la llamada Civilización Occidental, cuyo eje es Jerusalén Atenas Roma. Sigue en la Escolástica Medieval, en el Renacimiento italiano, en la Escuela de Salamanca del siglo XVI, en la Escuela Escocesa y Angloamericana, hasta culminar en el siglo XIX y XX en la Escuela Austríaca en la que destacan Menger, Hayek y Mises.

 

Entendemos por libertad “…aquella condición de los hombres en cuya virtud la coacción que algunos ejercen sobre los demás queda reducida, en el ámbito social, al mínimo”. Y reconocemos que“…libertad no solo significa que el individuo tiene la oportunidad y la responsabilidad de la elección, sino también que debe soportar las consecuencias de sus acciones y recibir alabanzas o censuras por ellas. La libertad y la responsabilidad son inseparables.”

 

¿Porqué el énfasis en la libertad? La libertad es esencial para dar cabida a lo imprevisible y a lo impronosticable: la necesitamos porque hemos aprendido a esperar de ella la oportunidad de llevar a cabo muchos de nuestros objetivos. Como propugnadores de la libertad consideramos insignificantes nuestros conocimientos cuando nos tratamos de imaginar la totalidad del conocimiento disperso en la mente de incontables individuos y que constantemente se utiliza en la evolución de la civilización dinámica.

 

Creemos en el derecho a la propiedad. En palabras de Ayn Rand, “…Sin el derecho a la propiedad no es posible ningún otro derecho. Los hombres tienen que sostener su vida con su propio esfuerzo, pero si carecen del derecho al fruto de ese esfuerzo se les priva también de los medios para sostener su vida. El hombre que produce para que otros dispongan de su producto es un esclavo”.

 

El lema: “In Libertate Progressio” resume nuestro credo: -”Un gobierno pequeño que restringe su campo de acción a velar porque se respeten los derechos individuales: vida, propiedad y libertad, desencadena la fuerza creadora de riqueza llamada mercado, que mediante el sistema de precios hace posible la cooperación social y asigna los escasos medios de producción a aquellos fines que son mas valorados por la sociedad”-.

 

NINGÚN GOBIERNO DE LA TIERRA HA SACADO NUNCA DE LA POBREZA A SUS CIUDADANOS. Regímenes mercantilistas, socialistas, populistas han llevado al despilfarro de los escasos recursos, alejado el progreso y desatado la violencia. Los pueblos que salieron de la pobreza lo hicieron por sus propios méritos. Y así seguirá sucediendo siempre.

 

El llamado intencionalismo moral no basta, nos es bueno en sí solo y por sí solo. Tal vez sea ésta una de las causas del empobrecedor sistema ético, sociopolítico, jurídico, económico, material y hasta espiritual de muchos pueblos en desarrollo. Entre éstos se incluyen sobre todo los pueblos iberoamericanos, desorientados por cierto tipo de prédica que puede tener incluso buenas intenciones de ayudar a los pobres pero que en realidad ha logrado lo opuesto.

 

Unos individuos y pueblos siempre han mejorado y progresado más que otros en la medida de su amor a la verdad, a la libertad, a la justicia, a la honestidad, a la virtud, al trabajo, al sacrificio, al ahorro y con la bendición del creador que quiere el bien para todos y que ha destinado a la felicidad terrenal y eterna a todas sus criaturas, si para ello colaboran con su libre voluntad iluminada por la recta razón humana.

 

Nuestro objetivo, en el tema académico es contribuir a la educación haciendo que los estudiantes aprendan a buscar su propio perfeccionamiento y desarrollen sus habilidades y su potencial intelectual mediante un currículo adecuado que cumpla con sus necesidades y la misión de la Universidad. La educación es un proceso que dura toda la vida y nuestro compromiso es brindar al alumno la formación profesional y humanística que cultive el uso de la razón, fomente su capacidad de observar, abstraer, deducir y argumentar lógicamente.

 

LOS FUNDADORES DE LA UNIVERSIDAD DE OCCIDENTE CREEMOS QUE DIOS HA CREADO LIBRES E IGUALES EN DERECHOS Y OBLIGACIONES A TODOS LOS HOMBRES. RECHAZAMOS TODA CLASE DE DISCRIMINACIÓN POR MOTIVOS DE RAZA, COLOR, RELIGIÓN, etc. Con Cervantes afirmamos que la libertad es el don más preciado que a los hombres dieran los cielos.

 

Creemos que el hombre con su razón tiene la capacidad natural de conocer la verdad, y por cierto, la verdad objetiva que consiste en la adecuación de la cosa (la realidad) a la mente. El hombre, inclusive sin la ayuda de la revelación divina, con las solas fuerzas naturales y luces de su razón humana, puede intuir, conocer o deducir de alguna manera la existencia de un ser supremo que llamamos Dios. De la creación el hombre puede llegar al Creador, como llegaron a concluir eminentes filósofos, opinión confirmada por la enseñanza bíblica del Antiguo y Nuevo Testamentos. Pero este conocimiento natural de la existencia de Dios no es evidente: la razón humana no puede probar con evidencia la existencia de Dios, y tampoco puede demostrar con evidencia que Dios no existe. Sin embargo, HAY RAZONES QUE INDICAN AL HOMBRE LA CONVENIENCIA Y LÓGICA DE DAR EL SALTO EN EL VACÍO, QUE ES LA FE EN DIOS.

 

Creemos que hay verdades universales, igualmente válidas para todos los hombres en todos los tiempos y lugares del mundo. Todos los hombres, sin diferencia de tiempos, raza o nación, tienen la misma estructura mental con capacidad para razonar y conocer la verdad y distinguir entre el bien y el mal.

 

El hombre con su libre voluntad, iluminada por la razón, puede adquirir compromisos responsables y tomar decisiones vinculantes, incluso definitivas y para siempre. Con la sana filosofía aristotélica y tomista creemos en la existencia de una ley natural y un derecho natural iguales para todos los hombres sin diferencias esenciales de tiempos y lugares.

 

Con la Biblia creemos que Dios se ha dado a conocer y ha revelado misterios y verdades sobrenaturales que la razón humana por sí sola, jamás habría sospechado ni habría podido descubrir. Estos misterios y verdades sobrenaturales están por encima de la naturaleza y superan las capacidades de la razón humana, pero al mismo tiempo no son contrarias a la misma. En esta línea, creemos que no hay ni puede haber nunca oposición o contradicción real entre razón y fe, ni entre Biblia y ciencia. En este sentido creemos que la razón y la fe bíblica se necesitan mutuamente. Podríamos decir que la fe sin la razón no tiene fundamento y la razón sin la fe no tiene brújula, pues no podría llegar a conocer estas verdades y misterios sobrenaturales que indican el destino final del hombre.

 

Damos gracias a Dios por el maravilloso progreso humano y los siempre nuevos descubrimientos de la ciencia. Creemos y confiamos en la capacidad del hombre para descubrir y conocer cada vez más y mejor las leyes de la naturaleza y utilizar sus conocimientos para aumentar y mejorar siempre más y más la prosperidad y bienestar del hombre en esta tierra. A ello ayudarán los siempre nuevos conocimientos y medios tecnológicos, con una condición sine qua non: que su uso vaya siempre en consonancia con los principios de una sana ética humana. No todo lo que el hombre y la ciencia tienen capacidad de hacer se puede moralmente llevar a la práctica. Sin una sólida base moral y sin la luz de la fe puede llegar a deshumanizarse el uso de la tecnología y cometerse las mayores atrocidades de la historia humana.

 

Con estos parámetros, el mundo seguirá su continuo progreso material y espiritual hasta su culminación al final de los tiempos cuando el Creador así lo quiera.

 

QUE DIOS NOS ILUMINE Y NOS MUESTRE EL CAMINO DE LA VERDAD

 

Ing. Emilio Conde Goicolea
Quetzaltenango, 20 de enero de 2011